ansiedad

La ansiedad es como estar sobre arenas movedizas: cuanto más luchamos para salir de ahí, más nos atrapa y más desesperada y enérgica es esa lucha.

La ansiedad es un estado emocional normal, nos permite responder a diferentes situaciones cotidianas. Incluso, nos ha ayudado a adaptarnos al medio ambiente, pues nos prepara para la lucha o huída cuando nos enfrentamos a amenazas peligrosas. Así que, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo de las exigencias del día a día.

Cuando nos enfrentamos a amenazas reales, nuestro cuerpo genera una serie de cambios fisiológicos para enfrentar la situación: nuestra respiración se agita, nuestro corazón bombea más rápidamente la sangre cargada de oxígeno, los músculos se tensan para ponerse en acción y somos más conscientes del entorno y sus cambios. Sin embargo, este mecanismo no sólo se activa con amenazas reales, sino también con amenazas percibidas.

Una de las principales causas de la ansiedad ante amenazas percibidas, es nuestro pensamiento. En ocasiones, podemos tener pensamientos exagerados que no nos permiten ver la realidad con claridad, lo que ocasiona que evaluemos de manera incorrecta las situaciones.

Revisa este checklist con síntomas de ansiedad, ¿con cuántas situaciones te identificas?

  • Vivo preocupado por distintas cosas la mayor parte del día, casi todos los días.
  • Duermo mal. Casi siempre me levanto cansado.
  • Casi todo el tiempo me siento tenso o tengo contracturas musculares.
  • Con frecuencia, me siento malhumorado e irritable.
  • Suelo ser impaciente.
  • Me cuesta concentrarme en una cosa por vez.
  • Temo que este estado de tensión permanente me provoque una enfermedad.

Si señalaste una o varias situaciones, es posible que te identifiques con alguno de los síntomas de ansiedad negativa: sentimientos de malestar (sudoración, mareo, irritabilidad), preocupación e hipervigilancia tensión, temor e inseguridad, sensación de pérdida de control y agobio, dificultad de concentración y percepción de fuertes cambios fisiológicos (vómitos, diarrea, estreñimiento, náuseas).

A veces, con tan solo pensar en una situación que nos causa ansiedad o en su posible ocurrencia, puede desencadenar alguno de los síntomas de ansiedad negativa.

Recuerda que sólo un profesional de la salud puede realizar el correcto diagnóstico y tratamiento para la ansiedad. Si te identificaste con lo descrito en este post, te invitamos a registrarte en nuestra página web y agendar una consulta con un especialista.