El 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud por parte de la ONU que busca animar a los países a evaluar sus esfuerzos para garantizar un adecuado desarrollo de sus jóvenes. Me gustaría retomar algunos datos reportados para hacer consciencia de los peligros a los que se enfrentan nuestros chicos hoy en día.
Se calcula que en 2015 más de 3,000 jóvenes murieron al día, en su mayoría por causas prevenibles o tratables. En América Latina las tres principales causas de muerte entre jóvenes fueron por efectos de la violencia interpersonal, es decir la delincuencia, el uso de armas y abusos sexuales. En segundo lugar se encuentran los accidentes automovilísticos, relacionados con la ingesta de alcohol y drogas; por en el tercer puesto el suicidio.
En cuanto a la salud mental, se sabe que la mitad de los trastornos mentales en la edad adulta empiezan a manifestarse a partir de los 14 años pero la mayoría de los casos no se identifican ni son tratados. Por ello la importancia de su detección temprana y pronta intervención ya que es peligroso que se normalicen conductas problemáticas al pensar que es parte de su desarrollo, ignorando las señales de alarma como la alta intensidad en los cambios emocionales, aislamiento frecuente y larga duración de estos estados.
La depresión es la tercera causa principal de morbilidad y discapacidad entre esta población, siendo una de las causas que llevan al suicidio a los jóvenes. Además, la violencia, la pobreza, la humillación y el sentimiento de desvalorización puede aumentar el riesgo de padecer trastornos emocionales.
Debido a estos riesgos causados por el entorno y las condiciones de vida, es necesario la implementación de medidas para propiciar el desarrollo de aptitudes y herramientas, por medio de apoyo psicosocial en la escuela y otros entornos de la comunidad promoviendo la salud mental. Así mismo desempeñan una función importante los programas que buscan fortalecer las redes de apoyo de los jóvenes, sobre todo las familiares evitando condiciones de violencia.
En TE QUEREMOS ESCUCHAR, te invitamos a fomentar las relaciones saludables con tus hijos con el fin de prevenir y tratar oportunamente los problemas por los que está o puede llegar a pasar el adolescente. Una vacuna para la prevención es una familia cercana y unida; que apoye a los chicos y les brinde un ambiente de seguridad.