Por lo general, la ira conlleva un precio muy alto. Es una emoción negativa y ocasiona muchos problemas a la larga; a la fecha no conozco a ninguna persona que disfrute la sensación de estar furioso.
A continuación te brindamos cinco consejos para apagar las llamas dentro de ti cuando estás que hierves de enojo:
- Sé asertivo.
- Toma conciencia de las consecuencias.
- Monitorea tu nivel de irritabilidad.
- Utiliza estrategias para relajarte.
- Aprende técnicas para controlar la agresión.
Resulta benéfico expresar lo que piensas cuando aún estás calmado, en lugar de esperar hasta que te sientes totalmente iracundo y estás a punto de explotar.
Para poder hacer un cambio, es indispensable tener buenas razones para hacerlo. Si comienzas a observar que tu enfado: provoca miedo en los demás; hace que tus seres queridos se alejan de ti; causa estragos en tu trabajo y/o en tu salud física, entonces tendrás mayor motivación para cambiar.
Antes de sentirnos fuera de control, el enojo va progresando, va desde una leve molestia hasta un nivel mucho mayor. Será indispensable que detectes el momento en el que comienzas a irritarte, pues en ese momento es mucho más fácil meter el freno para controlar el enojo que cuando ya está muy elevado.
Puedes hacer ejercicio, dar un paseo o una caminata, pero sobre todo, no estreses a tu cuerpo, para lo cual es indispensable dormir lo suficiente (de 7 a 8 horas), comer sano, meditar o hacer yoga.
Hay varios tipos de respiración que puedes utilizar, ambién funciona darte un tiempo fuera para tranquilizarte y luego retomar la situación, o simplemente puedes negarte tranquilamente a comenzar una discusión.
Si tienes dificultades para seguir estos pasos, consulta con uno de nuestros psicólogos en línea. No dejes pasar el tiempo, en TQE podemos enseñarte a manejar tus emociones negativas y ayudarte a controlar el enojo.