Estar frente al espejo y ver arrugas, manchas, lo que miras, simplemente no te gusta, te genera angustia y miedo a envejecer. Constatar que estás más cansada y hay cosas que no puedes hacer como antes, es algo que a muchos les pone mal. Te sientes de 20 pero te ves de 40 y no te gusta; tenemos la idea de que es mejor tener 20 que tener 30, o tener 30 que 40.
Lo contradictorio es que sientes miedo a envejecer pero deseas vivir más.
Lo contradictorio es que sientes miedo a envejecer pero deseas vivir más.
En una sociedad donde valemos por lo que tenemos y hacemos, vivimos con miedo a envejecer; con temor a perder las habilidades que tenemos. Muchas personas rechazan a los viejos por el propio miedo que sienten de verse mayores; este temor, de que los años pasen y dejar la juventud, es el reflejo de nuestros miedos más comunes como humanos.
Es verdad que al crecer perdemos algunas habilidades físicas y mentales. Al paso de los años no podemos hacer las cosas con la misma velocidad, perdemos autonomía y tememos quedarnos solos; nos imaginamos sufriendo. Entonces, se busca la solución a esos miedos, a través de remedios, cirugías y vitaminas para ganar un par de años aunque sean costosos, porque en ese momento, para nosotros, vale la pena el precio.
El envejecimiento no es una enfermedad
Envejecer no es una enfermedad que haya que curar. No digo que no debamos atender nuestra salud y enfermedades, sí debemos cuidar de nosotros mismos, pero no hay que confundirnos:
Aunque dejaran de existir todas las enfermedades del mundo, nosotros seguiremos envejeciendo, porque es parte natural de nuestra vida.
Lo paradójico del asunto es que si tenemos buena suerte, vamos a vivir muchos años y eso va a representar tener pérdidas. Por ello es fundamental que te preguntes ¿qué harás cuando pierdas las habilidades que ahora tienes?, porque si todo va bien, eso va a pasar.
Te sugiero que no deposites tu amor propio en tus logros y capacidades, pues cuando éstas se vayan, también se va tu amor por ti. Acéptate sin condiciones poniendo un salvavidas emocional, entonces aún sin esas habilidades que tanto te gustan y enorgullecen tendrás bienestar.
Si tienes miedo a envejecer, te invito a conversar con nuestros colaboradoras psicólogas para aprender a enfrentar este miedo.
Asombrosamente interesante esta publicación referido al
tema de un buen envejecimiento. Espero ver más publicaciones así en internet