La crisis de la mediana edad es un periodo en el que la persona comienza a evaluar la trayectoria de su vida. Se puede percibir insatisfecho y hacer los cambios necesarios para poder cumplir con esas expectativas que por lo general ha dejado de lado.
Esta crisis puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, cuando llegan a los 40 o 60 años de edad.
Este concepto fue identificado por el psicólogo Carl Jung, quien determina que es una parte normal del proceso de maduración.
Este concepto fue identificado por el psicólogo Carl Jung, quien determina que es una parte normal del proceso de maduración.
Durante este periodo, algunos se ven beneficiados de los cambios que realizan cuando estos no son muy drásticos. Sin embargo, este periodo no es fácil para todos pues en ocasiones conduce a depresiones que acaban dañando su vida familiar, social y laboral.
¿Por qué se originan estas crisis de la edad?
Estas crisis pueden originarse por factores internos, como los cambios naturales de la edad es decir la pérdida de la salud, su trabajo,etc. Por otro lado están los factores externos, como la deuda, el divorcio, el duelo, etc.
Con respecto a estos cambios que son parte del desarrollo de la vida, algunos reaccionan de manera irracional, lo que lleva a decisiones compulsivas como abandonar su vida en búsqueda de la que siempre quisieron a sus 20s.
¿Qué síntomas caracterizan las crisis de edad?
Algunos de los síntomas que caracterizan a la crisis de la mediana edad es un descontento general con su vida, una sensación de perderle sentido a su existencia, sentirse perdidos y aburridos con lo que tienen, depresión, irritabilidad y ansiedad.
Como resultado, las personas se compran autos convertibles, dejan a su pareja para buscar a alguien con 20 años menos, dejan sus compromisos y actividades.
El papel de las hormonas
Aunado a esto, también el papel hormonal tiene repercusiones en la crisis emocional que presentan las personas. Se sabe que hay una disminución en las hormonas sexuales, siendo normal que se noten con mal humor, depresión, pérdida del deseo sexual, entre otros síntomas.
Es decir, la llamada menopausia para las mujeres y andropausia para los hombres.
La recomendación es atender el problema tanto médico como emocional, para poder sobrellevar de mejor manera esta etapa, clarificando los aspectos importantes de nuestra vida y encaminar nuestras conductas hacia ellas a pesar de estos temores y emociones negativas.