Para saber cómo podemos dormir mejor, primero hay que comprender la importancia de una adecuada calidad del sueño.
Cada uno de nosotros y cada actividad que hacemos en el día, afecta a nuestro descanso. Tenemos un papel muy importante en nuestra la calidad del sueño, por lo que nuestros hábitos pueden afectar tanto positiva como negativamente a nuestro descanso.
La importancia de un buen descanso
Si descansamos lo suficiente, nos mantendremos sanos tanto física como psicológicamente. El sueño es un período fisiológico de reposo, que es esencial para el aprendizaje, para la consolidación de la memoria y para la secreción de hormonas relacionadas con el crecimiento, la saciedad y la felicidad.
“Entonces entendemos que el sueño va más allá de recuperar el desgaste del día a día.
Cuando tenemos problemas para dormir adecuadamente, los efectos negativos sobre nuestro organismo no tardan en aparecer. La privación del sueño afecta al funcionamiento cerebral en general: se puede presentar menor rendimiento y motivación, cambios bruscos en el estado de ánimo, dificultad para concentrarse, entre otros.
Nuestro cuerpo requiere de un descanso constante y una noche de mal sueño puede tomarle al cuerpo hasta una semana en reponerse.
Nuestro cuerpo requiere de un descanso constante y una noche de mal sueño puede tomarle al cuerpo hasta una semana en reponerse.
¿Qué estrategias podemos aplicar?
-Recuerda que la cantidad de sueño que requiere cada persona es variable, algunos pueden sentirse bien durmiendo 6 horas y otros requieren un mínimo de 7. Por lo que la cantidad de sueño es suficiente si resulta suficiente al día siguiente.
-Un buen colchón y almohada con claves para evitar malas posturas. recuerda darles mantenimiento constante.
-Procura mantener una temperatura agradable en el cuarto. Si no tienes regulador de temperatura puedes ventilarla durante el día o hacer uso de ventiladores para que a la hora de dormir la habitación esté fresca.
-En la medida de lo posible bloquea el ruido y la presencia de luz con unas cortinas gruesas.
-Reduce el uso del celular y la exposición a pantallas. Esto disminuirá la tentación de ver la hora, los mensajes o las redes sociales.
Recuerda que la exposición a la luz de pantallas, hace que se retrase la producción de la Melatonina, la cual es una sustancia que produce el cuerpo para inducirnos al sueño.
-Checa si tus necesidades básicas están cubiertas. Es recomendable tener una una cena ligera para evitar sensaciones de hambre o pesadez durante el sueño.
-Durante el día recuerda hidratarte constantemente y vaciar la vejiga antes de ir a dormir. Esto nos permitirá un descanso sin interrupciones.
-Establece un horario regular para ir a dormir y despertar. Al ser consistente con tus horas de sueño, ayudarás a tu cuerpo a entrenarlo en su reloj biológico.
-En la medida de lo posible, evita hacer siestas durante el día. Si es muy necesario, lo más recomendable es que éstas no duren más de 30 minutos. De lo contrario puedes afectar tu calidad de sueño durante la noche.
-Procura no ingerir café, alcohol o sustancias con muchos azúcares, mínimo 3 horas antes de ir a dormir. Estas sustancias generan un efecto activador en el cuerpo y pueden afectar tu sueño.
-Limita el uso de la cama solo para dormir o para tener actividad sexual. A veces nuestra cama es comedor y oficina, lo cual interfiere con la asociación que hace nuestro cerebro de que es un lugar de descanso.
-No te vayas a dormir abrazando tus pendientes. Si estamos dando vueltas a lo que falta por hacer, será más complicado conciliar el sueño. Puedes escribir en una libreta los pendientes para el día siguiente y dejarlos ahí para retomarlos al despertar.
-Practica una actividad relajante antes de dormir. Esto te ayudará a relajar la mente y el cuerpo. Puedes practicar la meditación, leer, escuchar música o tomar un baño.
-Intenta medir tu tiempo de descanso en ciclos de sueño. Al completar cada ciclo, nuestro cuerpo se recarga y recuperamos energía. Lo ideal es dormir mínimo 4 ciclos, lo cual sería el equivalente a 6 horas de sueño. Y podemos agregarle 15 minutos más, que es el tiempo en que nos quedamos dormidos. Verás que al despertar estarás más descansado.
Recuerda que el insomnio y otras dificultades para dormir, suele ser un síntoma ante problemas físicos o psicológicos como la ansiedad o la depresión. Si persisten las complicaciones para tener un sueño reparador, acude con un especialista.
Te invito a conocer al equipo clínico de Te queremos escuchar y agendar una cita con nosotros. estamos para acompañarte y guiarte en el cuidado de tu bienestar emocional.