El trabajo de ser padres es un trabajo de tiempo completo, con muchos desafíos, pero también bastante gratificante.
Para comenzar a hablar del tema, me gustaría poner sobre la mesa un desafortunado evento que ocurrió hace algunos años, en el cual un alumno menor a los 15 años de edad, proveniente del estado de Nuevo León, desenfundó un arma y arremetió contra tres de sus compañeros y su maestra. Posteriormente, el adolescente atenta contra su vida, y él mismo se da un disparo.
Desgraciadamente, este tipo de eventos han ocurrido en varias ocasiones en distintos lugares, dejando a todos con un sinfín de preguntas, entre ellas:
¿Cuáles fueron los motivos?
Y es que pasado el evento, hubo una enorme cantidad de opiniones. Algunos mencionaron que el adolescente sufría de depresión, en las redes sociales se estigmatizó y culpó a los padres, se cuestionaron los valores, se culparon a las televisoras, mencionaron que fue un síntoma de la descomposición social, entre otros.
Y es que, no es fácil explicar este tipo de eventos. Pues hay muchos factores que pueden estar interviniendo. Lo que sí es cierto, es que no se puede justificar un acto de esta naturaleza en función de un trastorno.
¿Cuántos jóvenes están deprimidos en este momento y no recurren a estos actos?
La adolescencia y la depresión.
La adolescencia es una etapa entre los 10 y 19 años. Muchos adolescentes experimentan sentimientos de tensión, confusión e indecisión durante este proceso de crecimiento y maduración, al abandonar su infancia. También encontramos una sensación de presión con respecto al éxito, a su futuro, a elegir profesión, dudas con respecto a su sexualidad, inestabilidad emotiva, desconfianza, miedo, dudas y la lista sigue.
No por nada, el suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes en México y en el Mundo.
Por su parte, la depresión se caracteriza por la pérdida de interés en las actividades cotidianas. Hay presencia de actitudes negativas, sentimientos de no pertenecer o no ser aceptado, baja autoestima, y algo muy importante: ven un futuro desesperanzador. No es fácil identificar la depresión en los adolescentes, ya que en esta etapa es habitual que tengan altibajos en el estado de ánimo. Además, indicios tan típicos de la depresión como la tristeza, problemas para dormir o falta de autoestima, pueden estar enmascarados por una conducta desobediente, discusiones frecuentes o el consumo de drogas.
Sin embargo, nos podemos dar cuenta de que nuestros hijos o alumnos están deprimidos porque:
- La tristeza, la angustia, o el malhumor son muy frecuentes.
- Se aíslan o no son fácilmente integrados por sus compañeros.
- Tienen baja autoestima.
- Presentan dolores de cabeza frecuentes.
- Hay desesperanza, pues creen que las cosas no tienen solución y no pueden cambiar.
- Tienen pensamientos negativos, algunos pueden estar relacionados con la muerte o el suicidio.
Lo que es un hecho es que, la depresión es un estado que se presenta frecuentemente en los adolescentes y se debe atender oportunamente, porque puede empeorar cuando estos síntomas se juntan con otras variables como:
- Un medio ambiente con violencia, y la cultura del narco.
- Problemas familiares como alcoholismo, desintegración o disfunción.
- Un área social donde los chicos experimentan bullying, o no sienten que pertenecen al grupo.
- Factores biológicos: como padecer epilepsia, disfunción del lóbulo temporal, por lo que los jóvenes están más propensos a comportamientos destructivos, agresivos y/o suicidas.
Por este motivo, hay que estar alerta para detectar pronto los síntomas que estén presentando nuestros adolescentes y realizar acciones preventivas en las escuelas, y sobre todo en la familia.
Trabajar en una relación clara y honesta con ellos, abrirles las puertas y facilitar un canal de comunicación en el que puedan expresar sus emociones sin sentirse minimizados o despreciados, puede ayudarles a enfrentar y entender mejor sus emociones durante esta etapa.
Nadie nos enseña a ser padres, pero el ser humano cuenta con dos características fundamentales: la adaptación y el aprendizaje.
Como maestros y como padres de familia es posible recibir asesoría, terapia y acompañamiento en estos temas con psicólogos expertos.
Recordemos que la prevención ayuda a evitar, retardar, erradicar o disminuir la aparición de síntomas de depresión y de los daños asociados a esta, como es la deserción escolar, el bullying, la violencia, las adicciones y el suicidio.
Tema fuerte e interesante, recuerdo a mi amigo Alberto quien durante la secundaria se suicido, nunca entendimos porque, solo el evento en el grupo, la duda, el dolor , el acompañar a su familia. De haber leído el tema, como ahora… quizás hubiera sido observador en el velorio y aportar algo cuando nos entrevisto un policía que investigaba el caso.
Nunca observe buying, pero ahora después de casi 40 años en que me reuní con compañeros de secundaria, algunos de ellos me referían a compañeros que acosaban, yo siempre fui de los mas altos y me atrevo a decir que actuaba defendiendo a los mas chaparritos..pero algunos de ellos hacían buying a otros y nunca lo vi… la violencia de la colonia siempre la considere moderada y manejable… es donde veo el valor de estas notas…que pueden hacer que uno observe la realidad mas objetivamente…saludos y gracias