Si es tu primera vez o ya tienes experiencia, podrás confirmar que amamantar a tu bebé es un proceso completamente diferente a lo que te han explicado. Sin embargo, curiosamente tu cuerpo está preparado para este paso, aunque tú sientas que no.
Amamantar a tu bebé puede parecer complicado y complejo al mismo tiempo, pero también es uno de los momentos de aprendizaje más hermosos.
Como lo indica la ciencia, y los consejos de nuestras abuelas tan sabias, la leche materna es el alimento natural más completo, y el que mejor se adapta a las necesidades nutricionales del recién nacido. Además de esto, provee una cantidad impresionante de beneficios en la salud e inclusive ayuda a la economía familiar y al medio ambiente.
¿Cómo es que amamantar ayuda?
Amamantar tiene un impacto psicológico importantísimo en el recién nacido. Por ejemplo, cuando tu bebé descansa sobre tu regazo recibe calor, lo que le genera un estado de placer. Y si lo acompañas con caricias, tu bebé recibe estimulación táctil, visual, olfativa, gustativa y oral, lo que le produce una sensación de tranquilidad. Esto a su vez, estimula diversas áreas del cerebro y del sistema nervioso, permitiendo de esta manera un mejor desarrollo intelectual.
Otros de los beneficios psicológicos que recibe tu bebé al amamantarlo son los siguientes:
- Favoreces el vínculo afectivo madre-hijo, que es vital para su supervivencia.
- Reduces hasta un 50% la probabilidad de sufrir de depresión post-parto, pues la lactancia produce una mayor sensación de bienestar y mejora tu autoestima.
- Al alimentar a tu bebé, promueves que pueda desarrollar una personalidad segura e independiente.
- La lactancia permite tranquilizar y dar consuelo al bebé, en cualquier momento.
¡Amamantar es el mejor regalo que le puedes dar a tu bebé!
Si quisieras recibir apoyo o guía para enfrentar los retos de la maternidad y disfrutar de esta etapa, siempre puedes apoyarte de un especialista de la salud mental.